Los Hermanos Maristas, decidieron encauzar la iniciativa de crear un plantel de carácter privado en la ciudad de Pasto, para realizar este propósito se designó los Hnos Genaro, Ignacio Bartolomé, Eutiquiano, Eduardo Clemente y el Hno Josías como rector, el colegio se denominaría: El Liceo de la Inmaculada (Años después cambió el nombre a Instituto Champagnat). Para ese momento se trasladó a la ciudad de Bogotá el obispo Leonidas Medina, y fué asignado en Pasto el Monseñor Aristides Gutierres quien concedió autorización eclesiástica para el funcionamiento del Liceo. Para el inicio de labores se usó las instalaciones de una casa esquinera grande del señor Leonidas Villota ubicada entre la calle 20 y carrera 24. En el comienzo se matricularon 60 estudiantes, en el segundo periodo lectivo ascendió a 100 y así creció sucesivamente. En febrero de 1918 fue asignado en Pasto el Obispo Antonio María Pueyo que en comienzo tuvo buenas relaciones con los Hermanos y ofreció un inmueble de la curia para que se reabra la Escuela Santo Domingo; estos ofrecimientos fueron aceptados y se traslado el Liceo a este inmueble y la Escuela se ubico en la casa del señor Villota.
Cuando todo transcurría con normalidad, el obispo Pueyo pidió a los Maristas que devuelvan el inmueble de la Curia en el cual funcionaba el Liceo, argumentando necesitar el espacio físico por urgentes reparaciones en el seminario menor, y sugería que se cierre la institución privada pero que continúen con las labores de la escuela Santo Domingo, pero el Hno Provincial decidió cerrar nuevamente la escuela y continuar con su proyecto del Liceo.