El día de hoy se celebró la Eucaristía en Honor a San Marcelino Champagnat.

Fue un día especial, lleno de emociones y alegría, donde todos reconocimos y honramos la invaluable experiencia apostólica marista. En el Instituto Champagnat de Pasto, el espíritu marista se encuentra arraigado en cada rincón, impregnando de amor y compromiso a todos los que formamos parte de esta querida familia. En este día, en particular, se alzaron voces para enaltecer la gran obra y labor que se lleva a cabo, no solo como una institución educativa, sino como un hogar donde florece el crecimiento integral de nuestros educandos. La ceremonia fue un canto a la fraternidad y al servicio desinteresado. Con profundo respeto, se otorgaron merecidas condecoraciones a aquellos trabajadores que han entregado su tiempo, esfuerzo y pasión en la construcción de un futuro lleno de promesas para nuestros estudiantes. Fueron reconocidos como pilares fundamentales, cuyos cimientos sostienen la misión marista con dedicación y humildad. El aura de gratitud y alegría se entrelazaba con los rayos del sol que iluminaban el altar, creando un ambiente lleno de esperanza y fe. Los educandos del colegio, con sus sonrisas radiantes, se unieron al coro de voces que entonaban himnos de agradecimiento, celebrando el legado de San Marcelino Champagnat, quien inspira cada paso que damos en esta noble labor educativa.